Los arqueólogos del yacimiento neolítico de La Draga de Banyoles han iniciado esta semana prospecciones en la orilla occidental del lago de Banyoles. La actuación forma parte del proyecto cuatrienal de investigación en materia de arqueología y paleontología 2022-2025 centrado en el poblado neolítico de La Draga que impulsa el Museo Arqueológico Comarcal de Banyoles.
El proyecto de La Draga (Banyoles) y la neolitización en el NE de Catalunya. Formación y dinámicas de ocupación de yacimientos al aire libre se lleva a cabo mediante una colaboración entre la Universidad Autónoma de Barcelona, el Centro Superior de Investigaciones Científicas-Institución Milà i Fontanals, el Museo de Arqueología de Cataluña y el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña. El arqueólogo Antoni Palomo es su investigador principal.
La intervención arqueológica se centra en los campos del borde occidental del estanque en las zonas de Can Cisó, Can Morgat y Can Matella Vell en Porqueres. Se realizará a través de una prospección arqueológica y geofísica que se desarrollará en tres fases: sondeos paleoecológicos para caracterizar la estratigrafía y la geomorfología del área; prospección electromagnética; y comprobación de los resultados de la prospección electromagnética, mediante la realización de sondeos arqueológicos.
Estos trabajos deben ayudar a responder a uno de los objetivos trazados por el proyecto: reconstruir la evolución paleoambiental y geomorfológica del Estany de Banyoles y documentar las dinámicas de su poblamiento prehistórico. La cuenca lacustre del Estany de Banyoles ofrece la posibilidad de realizar trabajos interdisciplinares integrando datos arqueológicos y paleoecológicos para que el estanque posee un registro sedimentario excepcional para el Cuaternario reciente.
Los primeros trabajos de este nuevo proyecto se han llevado a cabo esta semana con los sondeos estratigráficos que se han hecho en campos de Can Cisó y Can Morgat, continuando unos primeros sondeos que ya se hicieron hace una década para reconstruir el evolución de los márgenes del estanque durante los últimos milenios.
Jordi Revelles, investigador del Instituto de Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), ha explicado que «en base a los sondeos que hicimos hace unos años, conocemos que en la zona de Can Cisó y Can Morgat hacia el Neolítico y de forma contemporánea en el yacimiento de La Draga, había unos humedales también y, a través de diferentes estudios, pudimos reconstruir cómo durante el Neolítico final, hace unos 4.700 años, aquí había un bosque de ribera y evidenciamos unos niveles de incendios y cultivos de cereales que nos hace pensar que cerca de estos campos había un asentamiento del Neolítico final».
La primera fase de este nuevo proyecto son los sondeos que estamos haciendo este año para localizar el área más idónea para realizar una prospección geofísica y lo que buscamos es donde estos niveles orgánicos aparecen más superficiales para después poder llevar a cabo esta prospección geofísica que debe permitirnos encontrar diferentes evidencias como pueden ser niveles de incendios o estructuras de combustión típicas de yacimientos arqueológicos. El objetivo de los arqueólogos es hacer esta prospección geofísica de caras al próximo año.
Autor: Redacción